Sinopsis:
A Hazel
y a Gus les gustaría tener vidas más corrientes. Algunos dirán que no han
nacido con estrella, que su mundo es injusto. Hazel y Gus son solo
adolescentes, pero si algo les ha enseñado el cáncer que ambos padecen es que
no hay tiempo para lamentaciones, porque nos guste o no, solo existe el hoy y
el ahora. Y por ello, con la intención de hacer realidad el mayor deseo de
Hazel (conocer a su escritor favorito), cruzarán juntos el Atlántico para vivir
una aventura contrarreloj, tan catártica como desgarradora. Destino: Amsterdam,
el lugar donde reside el enigmático y malhumorado escritor, la única persona
que tal vez pueda ayudarles a ordenar las piezas del enorme rompecabezas del
que forman parte...
Opinión
personal:
(Sin spoliers)
Es
una novela que me ha sorprendido gratamente por el valor emocional que se
esconde entre sus páginas; por la intensidad que se le confieren a las palabras
y a las frases, a las que se les otorga otro significado, uno creado por los
protagonistas o, simplemente, que dejan ver ese segundo punto de vista irónico
y cruel pero que te dejaba una sonrisa de lado.
Estamos ante la historia de Hazel, una joven que padece cáncer. Pero, alto ahí,
no por eso nos encontramos con un libro que solo tiende hacia el lado
pesimista; es decir, sí que nos encontramos con un drama, su situación lo dice
todo, pero Hazel también es una chica que se burla un poco de sí misma, que
está cansada de que la compadezcan y a veces se permite reírse de la vida.
Aunque se muestra reticente al principio, al final acaba acudiendo a la terapia
de grupo que sus padres le recomiendan, cuyas sesiones da el párroco de la
ciudad. Entonces aparece él. A Augustus no le gustan esas sesiones, de hecho él
está recuperado y solo acude ese día para acompañar a su amigo. Sin embargo,
ese momento lo cambia todo.
Hazel no quería enamorarse, de alguna manera u otra ella acabaría muriendo y
eso haría daño a todas las personas a las que quiere. De alguna manera u
otra... querer a alguien así, era un privilegio que no se podía permitir.
Porque dolía. Pero el dolor hay que sentirlo, ¿no?
Los personajes en una novela de este calibre son lo fundamental, una cosa es el
argumento, pero también tenemos el enfoque del narrador y la dimensión de los personajes.
En este caso, podía ver a través de los personajes, me han parecido que estaban
muy logrados y que encarnaban sentimientos tan humanos que incluso dolían.
Bajo la misma estrella es una novela de superación y de
lucha, una batalla que se tiene que librar con uno mismo, dura, atrevida,
irónica, cómica... El argumento es de lo más simple, pero son esos detalles en
los que repara John Green, esos que perfila, a los que les da personalidad,
profundidad, la calidad de los personajes, lo que hay detrás de cada palabra,
cada frase, cada sonrisa y cada melodía. Todo en su conjunto, forman una
verdadera obra de arte.
CONMOVEDORA
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