Sinopsis:
Kate Alexander es una
adolescente que vive en Carrington, un tranquilo pueblo de Estados Unidos,
donde sueña con acabar el instituto e ir a la universidad. Pero una noche
lluviosa, su vida cambia de forma dolorosa y ya nada vuelve a ser igual.
Cuenta con el apoyo
incondicional de su gran amigo Beau Bennet, compañero de infancia. Pero él
quiere algo más y Kate no puede dárselo, tampoco puede contarle lo que ocurrió
aquella noche. Sencillamente, está paralizada... Cuando Beau se marcha a la
universidad, Kate se siente muy sola. Hasta que llega Usher Hunt, un joven de
ojos seductores y sonrisa arrogante, que le hará olvidar el dolor que
la ha mantenido cuativa durante tanto tiempo. A pesar de los consejos de la
gente, Kate no puede evitar acercarse y abrirse a él. ¿Será él la esperanza que
necesita? ¿Su salvación? ¿O la volverán a herir?
Opinión
personal:
(sin
spoilers)
Este
libro ya lo tenía fichado pero temía el cliché chico malo/chica buena. Así pasó
el tiempo hasta que me reencontré con él y leí
una frase clave para querer leer este libro porque, además, por ese
precio merece la pena zambullirse en una aventura más.
En este caso nos encontramos con la
aventura de Kate, una aventura desgarradora. Ese secreto que arrastra consigo, el que la ha obligado a cambiar,
a alejarse de los demás incluso de su mejor amigo ya nos lo narra en el prólogo. Así que permitidme que os diga qué le pasó a Kate. A Kate, la forzaron
sexualmente y desde entonces... desde entonces no es capaz de sentirse ella
misma. Está varada cual barco en medio del mar, con ese dolor carcomiéndola por dentro. Cada día más, dejándola VACÍA.
Pero Beau... él sin saberlo se convierte
en lo único que tiene sentido en su vida, y cuando se va... eso la destroza.
Ella pasa a trabajar en la cafetería
del pueblo con su madre cuando aparece Asher Hunt, nuevo en el pueblo, un chico
muy atractivo que parece haberse fijado en ella. Sin embargo, Asher no es el chico malo tal y como
nos lo plantan en la sinopsis. Ni mucho menos. Entre Asher y Kate surgirá una
amistad muy bonita, aunque tal vez desde el principio ya estuvo teñida de
"algo más".
Este libro... es sumamente MARAVILLOSO.
Es el sentir que te pierdes a ti mismo, cuando habiendo personas a tu alrededor
que te quieren y te aprecian te sigues sintiendo solo y horrible por ello. De
sentir algo de tirria por un personaje sería la madre de Kate (a pesar del poco
y justificado tiempo que está con ella) por no prestarle atención a su hija.
Kate no creía en una esperanza para ella,
se iba perdiendo más y más en sí misma, en su dolor. Ya no había nada bueno en ella hasta que empezó a desear ver más a
Asher y estar con él.
Cada vez que llueve nos habla de
personas rotas, sin esperanza, pero que van encontrando lo bueno de sí
mismos en otras personas; de superación, porque hay una evolución increíble en
los personajes. Tiene un giro algo más
de la mitad del libro que es brutal. Lo cambia todo.
No
quería acabarlo de lo precioso que estaba siendo pero a la vez ME ESTABA
DOLIENDO.
El
tema amoroso se cuece a fuego lento,
como a mí me gusta que sea el romance. Lo trata con maestría y mucho mimo.
En conclusión, está impregnado por una
delicadeza que hace que se te cierre la garganta. La historia está muy cuidada,
llena de momentos de ternura, de
SUFRIMIENTO, de música... Me ha gustado todo, completamente todo. Y además, la
autora hace magia con ese final. Es la
cosa más preciosa que he podido leerme, por cómo está contada, por lo que
nos cuenta, por todo lo hay a su alrededor, esos personajes... y por estar plagado
de detalles con un valor inconmensurable.
HIZO LLORAR Y REIR A MI ALMA
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